Conrado López, a la derecha, en un momento de la gran final.
El segoviano Conrado López Ródenas, de ‘restaurante Conrado’ (Torrecilla del Pinar) logró la segunda posición en la final del concurso “Nariz de Oro”, celebrado el pasado fin de semana en el hotel NH Eurobuilding de Madrid.
Únicamente una mujer, la bilbaína María José Vázquez, del restaurante Guggenheim, puede este año presumir de tener mejor nariz que él, por lo menos en lo referente a vinos. “La verdad es que no pensaba llegar a la final”, reconocía ayer López, abrumado por las felicitaciones recibidas, sobre todo de amigos de Torrecilla del Pinar. “Este concurso es muy mediático, y me ha impresionado por la repercusión que tiene”, añade, al tiempo que dice querer dedicar el premio a su familia, a su novia y a la gente de su pueblo.
Con 30 años de edad, López conoce a la perfección el mundo de la hostelería. A los 17 entró a trabajar en el restaurante de su familia (“somos carniceros que después nos convertimos en asadores en horno de leña”, dice). López no quiso quedarse ahí y dio un paso adelante, comenzando a acudir a cursos de iniciación a la cata de vinos. Le gustó la experiencia y decidió apuntarse al prestigioso curso de sumilleres que organiza la Cámara de Comercio de Valladolid, donde tuvo profesores como Pascual Herrera, Francisco Plaza, Henar Puente o José Carlos, el enólogo de Emilio Moro. A todos ellos y a los miembros de la asociación de sumilleres de Segovia está agradecido, ya que entiende que ellos han sido sus maestros.
El concurso “Nariz de Oro”, que organiza la revista ‘Vino+Gastronomía’, constó este año de cinco semifinales, tras las cuales llegaron a la final de Madrid unas 80 personas, entre ellas dos segovianos (Carmen Díaz y él). En el NH Eurobuilding hubo otra criba, quedando únicamente seis sumilleres para la gran final. “Fue muy difícil, el concurso cambió con respecto a otros años y a mí me dejó descolocado”, declaraba López. El hecho de acabar segundo no le provocó disgusto. Todo lo contrario. “Con la competencia que había, quedar en segunda posición es un motivo de alegría inmensa”.
En cualquier caso, tiene una espinita clavada, y espera resarcirse el año que viene. “Creo que volveré, y me gustaría hacerlo bien preparado”, agregaba. Para ello, quiere “seguir aprendiendo” de la cantera de sumilleres segovianos que ya han destacado en la “Nariz de Oro”, entre los cuales destacan Lucio del Campo, Henar Puente y el propio Francisco Plaza. “Lo que está claro es que el nivel que tiene la provincia en sumilleres es muy alto, yo espero poner mi granito de arena para que continúe siendo así”, desea.
¿Cómo ensayará para sus nuevos retos?. “Resulta importante probar muchos vinos y retener sus sabores”, explica. Pero no solamente ejercita su nariz con vinos. “Es bueno educar el olfato oliendo multitud de aromas, desde frutas a especias que te puedes encontrar en casa”.
En cualquier caso, él quiere seguir compaginando su trabajo diario, ayudando a asar a su padre, Conrado, con la preparación para nuevos concursos de sumiller.
En su restaurante, para acompañar un buen ‘cuarto’ de cordero, recomienda un crianza de Ribera del Duero o un mencía de El Bierzo. Y, para ser “políticamente correcto”, no olvida citar los tintos de Valtiendas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario