Miles de personas asistieron a la romería en el Priorato de las Hoces del río Duratón
Los devotos cumplieron con la habitual tradición de cruzar por debajo del altar para protegerse de hernias y quebraduras.
Los devotos cumplieron con la habitual tradición de cruzar por debajo del altar para protegerse de hernias y quebraduras.
para dar cabida a los numerosos fieles que se acercaron ayer al Priorato
La coincidencia de la fiesta de San Frutos con el domingo caracterizó ayer la celebración de la romería en honor al santo que se repite cada año en el Priorato enclavado junto a las Hoces del Duratón.
La afluencia de personas y vehículos se multiplicó y fue preciso habilitar más espacio para aparcamientos. También se notó en la misa de campaña, que estuvo oficiada en esta ocasión por un solo sacerdote, el polaco Slawomir Harasimowicz, titular de la parroquia.
La presencia de romeros comenzó temprano, ante la previsión de que se formaran largas colas para cumplir con el rito de dar tres vueltas a la piedra situada bajo el altar de la ermita, con el fin de protegerse de hernias y quebraduras.
Cada año son más numerosos los fieles que acuden caminando desde localidades próximas, como Carrascal del Río, Sebúlcor, Valle de Tabladillo o las Hinojosas. En el caso de Carrascal, los habitantes se reunieron a primera hora en Burgomillodo para degustar chocolate y sopas de ajo ofrecidas por uno de los establecimientos de la localidad. Tras hora y media de caminata por senderos bordeando el pantano, llegaron a Priorato. Prácticamente lo mismo tardaron otros peregrinos. Algunos incluso lo hicieron a caballo, aunque no bajaron a la ermita por el peligro que entraña el camino.
Como en años anteriores, el acceso con vehículos se limita a kilómetro y medio del templo. Tan sólo se permite parcialmente hasta la explanada intermedia a los autorizados para la venta ambulante por el Ayuntamiento de Carrascal del Río. Tanto agentes de la Guardia Civil, como medioambientales de la Junta de Castilla y León, e informadores del Parque Natural se ocuparon de ordenar el tráfico y evitar los colapsos.
Durante todo el día el camino que comunica el paraje de la ermita con Villaseca soportó un continuo tráfico de vehículos. Alguno llegó a salirse de la calzada, pero no hubo daños personales.
Entre los asistentes no faltaban los habituales excursionistas de domingo que visitan la zona sin otro objetivo que el de contemplar su belleza natural. También fue continuo el trasiego de personas por todo el entorno de la ermita para buscar perejil, un hábito que viene convirtiéndose en nociva costumbre para la zona.
Mientras tanto, los miembros de la Hermandad de San Frutos expusieron recuerdos del santo para recabar fondos destinados al mantenimiento del pequeño templo románico.
A pesar de la leve llovizna que cayó al comienzo de la jornada, finalmente se permitió desarrollar la homilía en el exterior. El sacerdote se refirió a la belleza del lugar y recordó la figura de San Frutos como ejemplo a imitar. Invitó a los asistentes a que animen a los más jóvenes a descubrir su vocación sacerdotal, y dio la bendición antes de comenzar el recorrido procesional. También advirtió de la nueva normativa sobre la prevención de la gripe A a la hora de anunciar el turno de beso a la reliquia de San Frutos.
En la procesión entre la ermita y la explanada de piedra, la imagen estuvo acompañada como siempre de la música de dulzaina y tamboril. Participaron de forma activa las alcaldesas de Carrascal, Henar de Pablos; de Sepúlveda, concepción Monte; o de Sebúlcor, Sara Rodríguez. También estuvieron otras personas conocidas y devotas de las tradiciones segovianas, como el responsable de la Oficina Fiscal Antifraude de la Unión Europea (OLAF), Joaquín González-Herrero; o el ex alcalde de La Granja y actual asesor del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino (MARM), Félix Montes. Fueron también habituales muchos segovianos que llevan el nombre de Frutos.
Entre los participantes no fueron pocos quienes aprovecharon para pasar un día de campo en la zona, algo a lo que invitaban las agradables temperaturas.
Mientras, el carácter festivo de la jornada continuó en Burgomillodo, donde se celebró la habitual verbena nocturna con la que se cierra la celebración.
La coincidencia de la fiesta de San Frutos con el domingo caracterizó ayer la celebración de la romería en honor al santo que se repite cada año en el Priorato enclavado junto a las Hoces del Duratón.
La afluencia de personas y vehículos se multiplicó y fue preciso habilitar más espacio para aparcamientos. También se notó en la misa de campaña, que estuvo oficiada en esta ocasión por un solo sacerdote, el polaco Slawomir Harasimowicz, titular de la parroquia.
La presencia de romeros comenzó temprano, ante la previsión de que se formaran largas colas para cumplir con el rito de dar tres vueltas a la piedra situada bajo el altar de la ermita, con el fin de protegerse de hernias y quebraduras.
Cada año son más numerosos los fieles que acuden caminando desde localidades próximas, como Carrascal del Río, Sebúlcor, Valle de Tabladillo o las Hinojosas. En el caso de Carrascal, los habitantes se reunieron a primera hora en Burgomillodo para degustar chocolate y sopas de ajo ofrecidas por uno de los establecimientos de la localidad. Tras hora y media de caminata por senderos bordeando el pantano, llegaron a Priorato. Prácticamente lo mismo tardaron otros peregrinos. Algunos incluso lo hicieron a caballo, aunque no bajaron a la ermita por el peligro que entraña el camino.
Como en años anteriores, el acceso con vehículos se limita a kilómetro y medio del templo. Tan sólo se permite parcialmente hasta la explanada intermedia a los autorizados para la venta ambulante por el Ayuntamiento de Carrascal del Río. Tanto agentes de la Guardia Civil, como medioambientales de la Junta de Castilla y León, e informadores del Parque Natural se ocuparon de ordenar el tráfico y evitar los colapsos.
Durante todo el día el camino que comunica el paraje de la ermita con Villaseca soportó un continuo tráfico de vehículos. Alguno llegó a salirse de la calzada, pero no hubo daños personales.
Entre los asistentes no faltaban los habituales excursionistas de domingo que visitan la zona sin otro objetivo que el de contemplar su belleza natural. También fue continuo el trasiego de personas por todo el entorno de la ermita para buscar perejil, un hábito que viene convirtiéndose en nociva costumbre para la zona.
Mientras tanto, los miembros de la Hermandad de San Frutos expusieron recuerdos del santo para recabar fondos destinados al mantenimiento del pequeño templo románico.
A pesar de la leve llovizna que cayó al comienzo de la jornada, finalmente se permitió desarrollar la homilía en el exterior. El sacerdote se refirió a la belleza del lugar y recordó la figura de San Frutos como ejemplo a imitar. Invitó a los asistentes a que animen a los más jóvenes a descubrir su vocación sacerdotal, y dio la bendición antes de comenzar el recorrido procesional. También advirtió de la nueva normativa sobre la prevención de la gripe A a la hora de anunciar el turno de beso a la reliquia de San Frutos.
En la procesión entre la ermita y la explanada de piedra, la imagen estuvo acompañada como siempre de la música de dulzaina y tamboril. Participaron de forma activa las alcaldesas de Carrascal, Henar de Pablos; de Sepúlveda, concepción Monte; o de Sebúlcor, Sara Rodríguez. También estuvieron otras personas conocidas y devotas de las tradiciones segovianas, como el responsable de la Oficina Fiscal Antifraude de la Unión Europea (OLAF), Joaquín González-Herrero; o el ex alcalde de La Granja y actual asesor del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino (MARM), Félix Montes. Fueron también habituales muchos segovianos que llevan el nombre de Frutos.
Entre los participantes no fueron pocos quienes aprovecharon para pasar un día de campo en la zona, algo a lo que invitaban las agradables temperaturas.
Mientras, el carácter festivo de la jornada continuó en Burgomillodo, donde se celebró la habitual verbena nocturna con la que se cierra la celebración.
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